
La buganvilla es una flor que en su estado natural siempre me recuerda al verano, el calorcito, los días de sol, los atardeceres tardíos, las vacaciones, el relax, la alegría. En muchas partes del país se puede encontrar decorando muros enteros, pues es una planta trepadora.
Es una flor de un tamaño pequeño, pero que florece en abundancia. Así podemos ver esas paredes pintadas enteras de color violeta, rosa, rojo, blanco,… Porque la buganvilla tiene multitud de colores y tonos.
Si os gusta tanto como a mí esta pequeña flor de reminiscencias silvestres, siempre podéis comprar la versión natural. En estos meses de primavera ya la podemos encontrar en la mayoría de floristerías, y ya floridas. Pero ya sabemos que las flores son efímeras. Así que al llegar septiembre perderemos esos colores.

Pero para eso vienen las flores de papel al rescate. Es una flor sencilla de recrear, pues la textura de los pétalos se asemeja muchísimo al papel crepé.
En el collage anterior la podéis ver en tres colores, de los muchos que hay. Otro punto a favor de las flores de papel, que podemos jugar y mezclar tanto como queramos. Quedan muy bien en ramillete dentro de un jarrón. ¿No es precioso el contraste con la dureza del cemento? (Gracias por cierto a Voltaderosca por habérmelo cedido, es uno de los que utilicé el día de Sant Jordi). También podemos hacer una composición por separado, con pequeños ramilletes formando un conjunto.
En cuestión de uso como flor para ramos me encanta. Las suelo utilizar en los ramos de estilo silvestre por su apariencia frágil y como de recién cortada. Lucen muchísimo si se usan solas y en colores intensos. Cuando las utilizo como complemento de otras flores, ayudan a dar la apariencia de que el ramo de papel es real. Es así porque no te esperas que una flor tan «delicada» no sea natural.
Puedes usar una sola, como flor de solapa. Es un detalle muy bonito y equilibrado, pues su tamaño es perfecto para servir de botonier.
¿Otra manera de utilizarla en tu boda? En una corona de flores. Resulta el complemento ideal para una novia de pelo suelto.
Así que ya lo sabes. Esa flor que te llamaba la atención cuando paseabas por la calle, que inundaba toda una pared de colores intensos, se llama buganvilla.